sábado, 19 de enero de 2013


Entre los españoles abunda un tipo de bestia infame que podríamos calificar como Pensador Sumario, e incluso Sumarísimo. Consiste este espécimen siniestro, a la vez que ridículo, en un ser que encuentra de forma sospechosamente rauda respuesta y solución a todas y cada una de las incógnitas que plantea constantemente  la Vida. Juzga y sentencia a la velocidad del rayo; condena sin miramientos, y, en fin, opina de los más diversos temas sin el más mínimo atisbo de duda. Lo habréis encontrado, y lo seguiréis encontrando, en multitud de ocasiones, y os habréis planteado invitarlo a la reflexión serena sobre algún asunto. Es una pérdida de tiempo en grado sumo. A este personajillo tan español  solo se le puede aplicar la máxima de Baltasar Gracián: saber sufrir a los necios.  Paciencia, mucha paciencia. Y, en la medida de lo posible, evitarlos con la mayor desfachatez.