jueves, 31 de enero de 2013


Una compañera de diálisis me cuenta que acaban de darle una mala noticia: tienen que implantarle una válvula en el corazón. Ella es enferma de riñón y páncreas. Por eso, cuando me dice: “pensaba que, por lo menos, el corazón estaba bien”, rompe a llorar. Me ha impresionado tanto, que apenas si he atinado a decirle un triste “lo siento".

No hay comentarios:

Publicar un comentario