Al caer el sol, monta en su bicicleta y pedalea más de 5 km hasta
llegar a un barrio del extrarradio (le avergüenza que, en el suyo, lo vea algún
conocido). Un vez allí, recorre todos los contenedores de basura, (hace tiempo,
una rata le enseñó que es mejor no meterse dentro) y en ellos, rebuscando entre
los desperdicios de esta sociedad enferma, halla su sustento diario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario