martes, 19 de febrero de 2013





De la época en que practiqué artes marciales, me quedan unas cuantas armas, todas blancas. La que tengo en las manos se llama Karembit. Se trata de un cuchillo con una belleza inquietante, que tiene su origen en las culturas de Indonesia, Malasia y Filipinas. Parece ser que, originalmente, se usaba en labores agrícolas, pero, posteriormente, se empezó a usar como arma en un arte marcial llamado Kali, en Filipinas: un estilo de lucha donde se da mucha importancia al combate con cuchillos. De ahí pasó a Indonesia y Malasia. Tengamos en cuenta que los habitantes de estos países suelen ser pequeños de estatura, de tal forma que un arma como ésta les tuvo que resultar muy eficaz. Recordemos que la mayor parte de los enfrentamientos acaban con los dos contendientes agarrados, sobre todo cuando uno de los dos es más pequeño que el otro. La tendencia a agarrarnos lo antes posible en una pelea está inscrito en nuestra naturaleza desde hace millones de años. Como estas reacciones naturales se estudian en el Kali filipino, las técnicas con este cuchillo resultan absolutamente devastadoras en el cuerpo a cuerpo, provocando unas heridas espeluznantes. Hoy en día el karembit se encuentra recogido bajo la denominación de Cuchillos Tácticos de Combate. El que aparece en la fotografía es idéntico al que yo tengo.

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