De la época en que practiqué artes marciales, me quedan unas cuantas
armas, todas blancas. La que tengo en las manos se llama Karembit. Se
trata de un cuchillo con una belleza
inquietante, que tiene su origen en las culturas de Indonesia, Malasia y
Filipinas. Parece ser que, originalmente, se usaba en labores agrícolas, pero, posteriormente,
se empezó a usar como arma en un arte marcial llamado Kali, en Filipinas: un estilo de lucha donde se da mucha importancia al combate con cuchillos. De ahí
pasó a Indonesia y Malasia. Tengamos en cuenta que los habitantes de estos
países suelen ser pequeños de estatura, de tal forma que un arma como ésta les tuvo que resultar muy
eficaz. Recordemos que la mayor parte de los enfrentamientos
acaban con los dos contendientes agarrados, sobre todo cuando uno de los dos es
más pequeño que el otro. La tendencia a agarrarnos lo antes posible en una
pelea está inscrito en nuestra
naturaleza desde hace millones de años. Como estas reacciones naturales se
estudian en el Kali filipino, las técnicas con este cuchillo resultan absolutamente
devastadoras en el cuerpo a cuerpo,
provocando unas heridas espeluznantes. Hoy en día el karembit se encuentra recogido bajo la
denominación de Cuchillos Tácticos de Combate. El que aparece en la fotografía es idéntico al que yo tengo.
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