Hace tiempo me confesó, muy orgullosa, su pertenencia a un grupo de
meditación trascendental, y me regaló un cd que contiene un resumen con las
principales enseñanzas para liberarse de todo aquello que, al encadenar nuestro
yo, nos hace sufrir: la ira, la avaricia, el amor…Me recomendó que lo escuchara
antes de dormir, o para dormir, no recuerdo. El caso es que esta tarde (¡ay!)
no ha podido evitar ser presa de la ira: ha mentado la madre a un compañero. Va
a ser expedientada con la serenidad y la firmeza previstas por el reglamento
disciplinario de la empresa para estas situaciones, en las que el yo de los
aspirantes a la Iluminación deja de estar en armonía con el Universo y saca los
pies del plato…
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