Pensar de más es una de las formas que adopta la necedad. Pensar de más es una
de las formas del desvarío. Pensar de más ha sido mi mayor defecto durante
años. A base de mucho esfuerzo, he conseguido mantenerlo a raya, aunque tengo
que reconocer que, a veces, mi mente vuelve a desmandarse. Cuánto dolor, cuánta
ansiedad, cuánta soledad, cuántas expectativas ilusorias, cuantas decepciones estrepitosas
provoca esta imaginación disparatada. Pensar de más ha sido mi mayor enemigo
durante años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario