Sabemos que mientras no se altere el orden de las cosas nuestra suerte
no cambiará. Por eso cuando comprobamos que cada día que pasa las cosas no solo
no cambian, sino que salen a la luz nuevos casos de podredumbre política,
pensamos que nunca vamos a escapar de esta pesadilla. Todos los partidos que
han tenido acceso a la gestión de grandes cantidades de dinero público están
pringados. En torno a este vil manejo del dinero de los españoles, auténticos pardillos,
hay empresarios, economistas, abogados, funcionarios y políticos. No está cerca
el final porque la picardía está enquistada en la sociedad; lo que ocurre es que
nos cuesta reconocerlo. Un ejemplo
clarísimo es el caso de lo ERE en Andalucía: hay implicados a distintos niveles,
desde el consejero de Empleo de la Junta de Andalucía hasta el caradura que se
prejubila en una empresa en la que jamás ha trabajado…
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