Ayer, el programa En Portada emitió un estupendo reportaje sobre la
Guerra de Vietnam. Me encantó. Qué lástima que estos programas los emitan tan
tarde. Mucha gente no los ve porque tiene que madrugar al día siguiente para ir
a su alienante trabajo. Qué triste.
En la Guerra de Vietnam se acreditaron más de 2.000 periodistas. Fue la
primera guerra cubierta por la televisión en tiempo real. El gobierno de Estados
Unidos pretendía mantener una base militar estratégica en Indochina: esta es la
verdadera razón de esa guerra. Mantener su hegemonía económica y militar en todo
el planeta es el fin de todos los gobiernos estadounidenses. Otra cosa es lo
que cuentan. En el caso de la guerra de Vietnam alegaron que Vietnam del Sur
(una democracia acrisolada) sería atacada por su vecino comunista Vietnam del
Norte si nadie lo impedía, y eso Estados Unidos no lo podía permitir. ¡Faltaría
más! (Ya sabemos la larga tradición estadounidense de ayuda a los más débiles
que luchan contra el comunismo). En esta guerra se emplearon gran cantidad de
armas químicas, que devastaron la naturaleza de la zona (las consecuencias aún pueden
apreciarse hoy en día). El ejército estadounidense, que perdió más de 50.000
soldados, arrasó aldeas enteras con miles de civiles indefensos. En Estados
Unidos surgieron una serie de movimientos sociales que mostraron su más
enérgica protesta contra una guerra imperialista, estúpida y soberbia, emprendida
contra un pueblo tercermundista.
El gobierno de Estados Unidos sacó una demoledora conclusión de la Guerra
de Vietnam: el peor enemigo del ejército estadounidense es un periodista dispuesto a contar la verdad.
Contra este tipo de profesional se pueden adoptar dos medidas: silenciar sus
crónicas o suprimirlo físicamente. En todas las guerras posteriores las
distintas administraciones estadounidenses han puesto en práctica las medidas
necesarias para silenciar la información periodística que pudiera perjudicar
sus intereses. Y cuando esas medidas no han sido suficientes, no han dudado en
ordenar el asesinato del periodista con vocación de contar al mundo la verdad de los
hechos. Qué se lo pregunten a José Couso.
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