Vamos a ver si lo entiendo. A una mujer se la considera adulta hasta
que queda embarazada. Una vez que ocurre tal cosa, se convierte en una menor
que debe someterse a las directrices de un gobierno que, en vez respetar la
aconfesionalidad del Estado, acepta como buenas las rancias recomendaciones de
la Conferencia Episcopal Española. Es evidente que cada vez que el gobierno del
PP legisla, retrocedemos escandalosamente.
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