lunes, 17 de junio de 2013

Bretón. Horno crematorio familiar. Chulería y desparpajo de un hombrecillo con pinta de seminarista simplón. El hombre devorando a sus hijos. Altivez cobarde y homicida. El machismo y su espantoso cortejo de fechorías. Este hombre monstruoso ha demostrado de forma incontestable que no merece ser libre. Al talego. Y la llave al río. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario