¿Qué siente un hombre cuando ve arder los cuerpos de dos niños? ¿Qué
siente un padre cuando está quemando a sus hijos en un horno crematorio? ¿Qué
pasa por su cabeza? ¿De dónde saca fuerzas para añadir leña al fuego? ¿Flaquea su ánimo en algún
momento? ¿Qué siente cuando sus hijos ya no son más que un montón de cenizas a
sus pies? Y la última pregunta, que me aterra: ¿cómo es posible que este
hombre, después de perpetrar tamaña infamia, continúe hablando de sus hijos en
presente con esa naturalidad?
No hay comentarios:
Publicar un comentario