Borges dijo que la democracia es un abuso de la estadística. Comprobamos
que esta afirmación es cierta todos los puñeteros días. Sin ir más lejos,
pensemos en las desvergonzadas estadísticas del desempleo, o en las manipuladas
estadísticas del empleo. Ambos puntos de vista gubernamentales son tan
insultantes como indecentes. Por ejemplo: el desempleo está en caída libre, y
de repente, remonta, no sabemos cómo, pero nos cuentan la remontada con
absoluto descaro. Nos hablan de una nueva figura laboral: “trabajador pobre”.
Señoras y señores, se trata del trabajador del presente proyectado hacia el
futuro. El trabajador que, aun desempeñando varios trabajos, vivirá de forma
miserable, y con el miedo en el cuerpo de forma permanente. Esta situación se
multiplica de forma exponencial si hay niños dentro de la familia amordazada.
Otra noticia que me encanta, y que se repite todos los años por estas fechas:
para este verano se han creado miles de puestos de camarero, pero puestos de
trabajo de calidad, lo que se dice
puestos de trabajo que permitan planificar un futuro digno a quienes los
obtienen, cero patatero. Por último: Desastre en los resultados del primer
examen a la oposición de maestro. Muchos de los suspensos se presentarán a
policía el año que viene…Hay que comer.
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