viernes, 11 de octubre de 2013

Recuerda cuando era aprendiz: nunca le faltó el trabajo como ayudante. Aún no sabía trabajar, pero era un muchacho espabilado, cogía las enseñanzas al vuelo, y eso que los oficiales no siempre estaban dispuestos a revelar los secretos de la profesión…Ahora que se encuentra en plenas facultades físicas y psíquicas, y es un profesional sin fisuras, está en el paro, probablemente para siempre. Lo que peor lleva son las miradas de lástima. País de mierda.

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