lunes, 18 de noviembre de 2013

Los dirigentes del PP se masturban viendo las imágenes del 23 F. Si esta afirmación parece desproporcionada, obsérvese que, a la más mínima ocasión, los mandamases del PP muestran que la única política en la que creen es la del ordeno y mando. La última manifestación de esta índole procede de la impresentable Ana Botella: hay que “regular” el derecho de huelga. Dicho en castellano cabal: hay que reducirlo a su mínima expresión. Y lo escupe ataviada con el carísimo abrigo de visón que utiliza para supervisar el trabajo a pie de calle.

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