Los empleados del servicio de limpieza de la vía pública y de
jardinería de Madrid han dado una lección de dignidad a toda España. BRAVO. La
indignación es una capacidad moral. Efectivamente, estamos encabronados. Ese es
el estado de ánimo de todos los españoles que tenemos sangre en las venas, y no
horchata, como ciertos sabios que están de vuelta de todo. En España quien
resiste gana. En ello estamos.
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