miércoles, 6 de noviembre de 2013

MARIO VAQUERIZO

Engendro de reality. Escupitajo a la inteligencia. Hijoputa. Si Ortega levantara la cabeza, se quedaría petrificado al ver las peripecias televisivas de este personaje lamentable, que exhibe su carácter insustancial con total orgullo. Ignorante bochornoso. Adicto a los meados enlatados. Inútil desvergonzado, aupado a la popularidad por una sociedad decadente y a la deriva. Parásito siniestro, vomita sonidos estridentes en playback. Ni en el circo más infecto lo querrían para alimentar a los leones. 

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