Me alegro de estar vivo (para ello tengo que conectarme a una máquina
de diálisis tres veces por semana) cada vez que mi sobrino Saúl (3 años) me
dice algo tan impresionante como lo que me dijo ayer: “Escipión
era un general romano que ganó a Anibal, que era el jefe de los cartagineses. Que
lo sepas, tito”. Y entonces yo, entre
beso y beso, le cuento que a partir de ese momento lo llamaron Escipión el
Africano. Y mi sobrino, fascinado, repite africano varias veces, como saboreando
una fruta nueva, desconocida por él hasta ese momento. Qué maravilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario