sábado, 22 de marzo de 2014

Para Desi
MUERTE ENTRE LAS FLORES

Aunque detesto a los mafiosos, me encantan las películas de la mafia. En ellas se tratan temas muy interesantes: el precioso amor, que brota donde menos te lo esperas y nos fortalece maravillosamente; la amistad, que nos convierte en hermanos, pero no en primos; la traición, que está emparentada con la envidia y el fracaso; la ambición, que es un pozo sin fondo; la inteligencia, que, anclada en el asfalto, ayuda a sobrevivir en un mundo donde es peligrosísimo, mortal, ser estúpido; el honor (desterrado hace tanto de nuestra sociedad), que consiste en no perderse el respeto a uno mismo, ni en consentir que nos lo pierdan; la violencia, que, aunque no es un camino de vida, es muy valiosa usada en el momento justo; y, por último, aunque no menos importante, esa sabia advertencia, tantas veces ignorada: un hijo de puta no cambia jamás; como mucho, pierde fuerzas, que no es lo mismo, ni mucho menos…

No hay comentarios:

Publicar un comentario