Las ratas se mueven cómodamente entre la basura, por ello no aspiran a
eliminarla, sino que luchan por perpetuarla y reinar en ella. Las ratas se
sienten poderosas entre la miseria y lo miserable… Basta con que el ambiente se
torne respirable para que las ratas, asustadizas y cobardes, vuelvan a sus
infectas madrigueras, de donde nunca debieron salir.
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