domingo, 7 de diciembre de 2014

Que algo sea inaudito no supone que sea bueno necesariamente, y menos en política, y aún menos en la política española. Cada mañana nos desayunamos con un suceso político inaudito absolutamente repugnante. No está de más recordar que una de las muchas enseñanzas de la historia político-institucional de España, tan ignorada, incluso despreciada, por los españoles, es que siempre podemos ir a peor.

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