Hablamos constantemente, y con razón, de los políticos apoltronados durante
años en la incompetencia y la corrupción; pero olvidamos a los sindicalistas
(jajaja) que se apoltronan igualmente, hasta el punto de que no sólo acaban
yéndose de juerga con el jefe, sino que en cada reunión sindical explican a sus
compañeros (jajaja) que Espartaco era tío muy exagerao…
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