viernes, 27 de noviembre de 2015

Siempre estoy leyendo libros que no debería leer, libros que no figuran en las estadísticas de los listos, en este caso, literarios: hay tantas clases de listo. Sin ir más lejos, anoche estuve leyendo un libro tan famoso que nunca ha estado de moda en las mesillas de noche… Llevo toda mi vida huyendo de las estadísticas. Nací con varias vueltas del cordón umbilical al cuello, y, según las estadísticas, tendría que haber muerto o haber pasado toda mi puta vida en una silla de ruedas, pero no fui así: Yo me fugué de esa estadística… No sólo estoy vivo, sino que ayer, antes de leer ese libro vetado en los escaparates navideños, hice mil saltos de comba. 

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