sábado, 5 de diciembre de 2015

Lo veo en librerías de viejo y en ferias del libro, cada vez más caras, junto a la última chorrada editorial imprescindible… Llevo conmigo una edición de bolsillo de Pedro Páramo, historia durísima y bellísima, con mis huellas dactilares impresas a fuego lento en inhabitables tardes de domingo. Una de nuestras supersticiones más impresentables es creer que si te mueres sin leer la última novedad literaria, te mueres tonto irremediable. 

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