Una delirante superstición, propia de una sociedad mimada y quejica, es
creer que podemos hacer lo que queramos porque seguro que la medicina acabará
curándonos. Pues no es así, mequetrefe irresponsable. No tienes derecho a que
papá Estado te saque las castañas del fuego hagas lo que hagas, aunque te las
saque una y otra vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario