Si te carcajeas mientras la electricidad recorre tu cuerpo, añades una
incógnita a tu muerte, y puede que el rutinario funcionario de turno folle esa
noche, después de tantas noches masturbándose a solas, uno y el Universo, aunque sea con una muñeca
hinchable adquirida al salir de la cárcel de máxima arbitrariedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario