A estas alturas de la película, ser de centro en política, incluso en
la vida, responde a dos motivos: eres “demasiado” racional o “me da igual que
sople viento de poniente o de levante, porque yo como caliente comida basura
guay"… Y no estoy hablando de votos ni de urnas… Hablo de lo que les dices
a tus hijos e hijas mirándoles a los ojos. En mi caso, a mi imprescindible
sobrino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario